Tú, mujer de madera, de hierro, o simple hueco en el muro, que recoges en tus dimensiones lo luminoso y lo triste, lo oscuro y lo frío, o lo pálido de un horizonte. Es algo simbólico que tú existas, abres al hombre a sí mismo. A ti te hablo, agujero, y a los muchos otros que como tú han de cumplir esto mismo: ventanas de todas las partes del mundo, de una infinidad de formas y estaturas, aquellas de pisos bajos o las de los altos edificios, esféricas, altas, estrechas, contiguas unas a otras o fronterizas, de alféizares desemejantes, con vistas a un árbol, o a una calle estrecha.
Una ventana puede ser solamente una ventana, pero puede ser también un hálito de vida; cuando de entre su inerte cristalera se cuelan, surcando la entraña, una brisa agradable o quizá unas gotas de agua.
Una ventana puede ser solamente una ventana, pero puede ser también una muchacha que se maquilla la cara; es curioso como al solaz de la jornada el rostro se le adorna por momentos, o una mujer coqueta; tan rápido se viste y desviste de los cielos distintos como se engalana con los danzarines toldos de otras casas, o el agitarse de unos árboles o un pasar de palomas.
Una ventana puede ser solamente una ventana, pero puede ser también pintura en movimiento; como una lienzo que todo lo reproduce, y en cuyos trazos se dibuja un paisaje infinito, de la misma forma que un fotograma es inacabable o una mirada incompleta.
A ti te hablo, que eres nacida de un surco entre paredes, tú, hija de mil cuadros, mujer presumida con pelo de cortina, ventana de noche o de día, que ya eres lumbrera de madrugada o portillo nocturno, a donde van a maullar los gatos. Ya acunes en tu fondo un campo tranquilo o agites en tu fuero una ciudad bulliciosa, a ti te escribo escaparate de vida, ventana de todas las horas, y que a través tuyo he visto crecer el mundo.
Como quiera que sea tu nombre, ventanuco, tragaluz, claraboya, mirador, me imagino cuanta gente estará ahora mismo asomada. Si alguna vez quiero sentirme libre, solo tengo que mirar una ventana.
miércoles, 7 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Una oda a una ventana...
Quién podría escoger un estímlo más neutro y escribirle versos tan hermosos, decorarlo con palabras tan sencillas, y hacer de ella una bra de arte...
No dejas de asombrar, crack!
1abrazo!
Darka.
Que original, Maese Iskan.
Mola mucho :) que imaginación!
Un abrazo!
Me ha gustado mucho Morbeth; un abrazo!
Suerte mañana en Córdobaaa!!
Aunque, siendo sincera, no creo que la necesites, por eso de ser un Maese...
Un abrazo!
Al parecer el año 2010, publicaste Oda a la Ventana, la cual me agrado mucho. Actualmente estoy desarrollando un Photobook de Puertas y Ventanas de Valparaíso, un libro personal, sin fines de lucro. He considerado que seria un excelente complemento para mi photobook. Me agradaría tener tu autorización para complementarlo con mis fotos y tu Oda.
Al recibir tu respuesta positiva, te enviare una muestra de mi libro en versión digital. Un libro de 20 x 20 cms; de 64 paginas con 137 fotografías.
Sin otro particular, te saluda atentamente.
Sergio Gómez
Publicar un comentario